sábado, 16 de enero de 2010

Quizás


Pasaron los años cubiertos de mediocridad
Decían que no sabían donde paraba su ansiedad
Jugaron los tiempos con gran velocidad
Sumidos en el caos de la ciudad

Por una bandera o por un conato
Partieron a oscuras y no volvieron jamás
Escritos que caen ahora en mis manos
No les encuentro el compás.

Era una tarde ciega, oscura jamás
Recuerdo sus ojos, pero los olvidare quizás
Eran guerreros del odio
De si mismos y de los demás

Lugares difíciles de encarnar
Personas reales, pintadas de inmortalidad
Salieron dispuestos a no encontrar la verdad
La que tus ojos no esconden y no descansan en paz

La partida no fue justa
Ni consigo ni con la realidad
Eran guerreros para todo
De si mismos y de los demás

Ápices de lluvia sembraban el lugar
No caían del cielo, era solo por marchar
No rompiendo nada que le fuera a matar
Dejándola en lo que ya era su hangar

No quiso romper su momento
No lo merecía y en paz
Habían luchado juntos
No lo podía estropear

Oyeron años después que nos les iba tan mal
Se habían querido y algo más
Aún no se hubieron tocado ni visto
La magia les quedó en su lugar

Les fue bien por sus recuerdos
Y permaneció para la eternidad
Fueron guerreros con alma
De si mismos y de los demás.

domingo, 10 de enero de 2010

30 años y 1 día es mi condena

Dilatados en armonía y como silbados en una sensación

Inocencia adquirida, de pequeño quien sabe, captando el olor

De sentidos que nacen y con el único sueño de una diversión.

Los problemas no surgen, no sabes si existen, solo tienes emoción

Con esas edades, ya sabes, solo puedes ver el sol

De una mirada o de un gesto, de un objeto que levanta tu pasión


Pasaron los años como capítulos de seres de animación

Aprendes a leer lo que alguien escribió

Para decirte algo o nada, mucha importancia no das

Pero empieza la atención, de saber que es lo que pasa

Y dudar sin temor


El camino no parece cortarse y no has llegado a la estación

Donde veras trenes pasar y sueños que son

Lo que empiezas a sentir cuando ves la vibración

De ser y no tener sentido de comprensión


El tiempo se fuga, como incesante aventura

Caminando descubres lo que pasa dentro de un vagón

Es precioso y lo dudas, es ahínco en su canción


30 años y un día es mi condena

Alegraros por vos


Una sonrisa es mi deseo hasta condonar mi sensación.


Mirar atrás es la sanción de un impulso callejero

O de otra condecoración


La montaña me llama para abandonar mi situación

Salvándome de los peligros

De las luces que iluminan el cielo de tu estación


Senderos de rosas soñados con selección

Elegir no siempre es un juego

Es solo una opción

La de unos peces sin evocación


Cargo la mochila de proyectos

que unen tus recuerdos y mi pasión

Escribir descubres que cesa y no calma

la ilusión de no saber nada del astro más grande

respecto a la situación


Las historias idílicas no acaban

Aunque ya no haya narrador

Todo tiempo es presente en mi habitación.

La sentencia no es firme

Porque siendo 30 años y un día mi condena

Ya los cumplí por amor

lunes, 4 de enero de 2010

La noche llegó tarde


La tarde perfilaba sus ojos sedientos preparándose ya para invitar a la noche a pasar. Puntual, como siempre, se acercó a la ventana a darle la bienvenida. Sabía que nunca faltaría, esperaría un minuto, tal vez dos, pero llegaría. Se fundirían como cualquier material en profunda abrasión. Lo habían hecho así siempre y no sabían desarrollarlo de otra manera. En su incesante paseo por ese mundo no debían detenerse. Uno viajaba al este y el otro al oeste como atraídos por polos opuestos en direcciones diferentes. Un día la noche no apareció y la tarde decidió cerrar sus ojos ya calcados en su expresión. No la esperaría más, no lo sabía, lo intuyó con dolor. La noche decidió fiarse de la mañana, solamente porque siempre brillaba el Sol.